Devoción a Jesucristo Eucaristía

En 1896 cuando termina sus Ejercicios espirituales tuvo como uno de sus propósitos: Mi devoción predilecta será al Sagrado Corazón de Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar; a Él visitaré con frecuencia, a Él daré mis quejas y no a las gentes, a Él presentaré mis aflicciones y a Él doy mi corazón”, estas palabras fueron el camino que siguió la Venerable Madre a lo largo de su vida y que dejó como herencia a quienes seguimos a Jesús en su misterio Eucarístico bajo la protección amorosa de María de la Merced.

Por testimonio del Padre Scotti sabemos que pasaba muchas horas delante del Santísimo Sacramento (AGHMSS, transcripción de una entrevista a Alfredo Scotti, Roma, 10 de julio de 1967) y esto lo hacía de manera constante. Jesús Sacramentado fue el centro de su vida y acciones.

Es ya sabido que toda su vida de oración y apostolado, la centró en Cristo Eucaristía.  Cristo es Eucaristía como presencia de vida y amor entre los hombres. Así también ella se convierte en esa Eucaristía que coopera con Cristo Redentor en la liberación de la niñez y juventud.

Su amor por Cristo en la Eucaristía

María del Refugio exhortaba a sus hermanas a ser fieles a su hora de guardia ante Jesús, y hacerlo con respeto y decoro (Foulkes, 1997), era el momento para estar con Él y para tomar fuerzas y luz para la misión a la que estamos llamadas.

Existen numerosos testimonios de este profundo amor a Jesús Eucaristía; vale la pena mencionar el gran amor de predilección de Jesús para su Amada esposa: su aparición milagrosa, aunque no es un acontecimiento que tenga la aprobación de la Santa Sede, se toma como una expresión de amor de Dios a sus hijos, María del Refugio responde con fe. Mientras las hermanas corrían a comprobar este milagro, ella espera sentada, con la certeza de que Jesús está en la Eucaristía.

En los momentos de prueba y de enfermedad le queda el consuelo de que “entre papeles tiene a Jesús Eucaristía”, pues en tiempos de persecución ocultaba al Santísimo en su escritorio. (POSITIO, 1997). Fortaleza que le ayudó en todos los momentos difíciles que tuvo que pasar La experiencia eucarística que María del Refugio vivió la transformó desde lo más profundo de su ser, la hizo ser eucaristía para los demás. Que ella interceda ante Jesús Eucaristía para seamos ese pan que se parte y comparte con nuestros hermanos.

Devoción a Jesucristo Eucaristía

En 1896 cuando termina sus Ejercicios espirituales tuvo como uno de sus propósitos: Mi devoción predilecta será al Sagrado Corazón de Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar; a Él visitaré con frecuencia, a Él daré mis quejas y no a las gentes, a Él presentaré mis aflicciones y a Él doy mi corazón”, estas palabras fueron el camino que siguió la Venerable Madre a lo largo de su vida y que dejó como herencia a quienes seguimos a Jesús en su misterio Eucarístico bajo la protección amorosa de María de la Merced.

Por testimonio del Padre Scotti sabemos que pasaba muchas horas delante del Santísimo Sacramento (AGHMSS, transcripción de una entrevista a Alfredo Scotti, Roma, 10 de julio de 1967) y esto lo hacía de manera constante. Jesús Sacramentado fue el centro de su vida y acciones.

Es ya sabido que toda su vida de oración y apostolado, la centró en Cristo Eucaristía.  Cristo es Eucaristía como presencia de vida y amor entre los hombres. Así también ella se convierte en esa Eucaristía que coopera con Cristo Redentor en la liberación de la niñez y juventud.

Su amor por Cristo en la Eucaristía

María del Refugio exhortaba a sus hermanas a ser fieles a su hora de guardia ante Jesús, y hacerlo con respeto y decoro (Foulkes, 1997), era el momento para estar con Él y para tomar fuerzas y luz para la misión a la que estamos llamadas.

Existen numerosos testimonios de este profundo amor a Jesús Eucaristía; vale la pena mencionar el gran amor de predilección de Jesús para su Amada esposa: su aparición milagrosa, aunque no es un acontecimiento que tenga la aprobación de la Santa Sede, se toma como una expresión de amor de Dios a sus hijos, María del Refugio responde con fe. Mientras las hermanas corrían a comprobar este milagro, ella espera sentada, con la certeza de que Jesús está en la Eucaristía.

En los momentos de prueba y de enfermedad le queda el consuelo de que “entre papeles tiene a Jesús Eucaristía”, pues en tiempos de persecución ocultaba al Santísimo en su escritorio. (POSITIO, 1997). Fortaleza que le ayudó en todos los momentos difíciles que tuvo que pasar La experiencia eucarística que María del Refugio vivió la transformó desde lo más profundo de su ser, la hizo ser eucaristía para los demás. Que ella interceda ante Jesús Eucaristía para seamos ese pan que se parte y comparte con nuestros hermanos.